LA IMPORTANCIA DE LA NEOSPOROSIS SU CONTROL Y PREVENCIÓN
Hospederos
Los hospederos definitivos de Neospora caninum actualmente reconocidos son el perro, el coyote, el dingo, y el lobo gris. En estas especies, se lleva a cabo la reproducción sexual del parásito en forma de coccidiosis intestinal con la excreción de ooquistes en las heces. Por otro lado, este parásito afecta a una gran variedad de hospederos intermediarios principalmente los rumiantes, animales ungulados silvestres, roedores y aves entre otros. En estas especies se desarrollan las fases de reproducción asexuales del parásito como son los quistes con bradizoitos principalmente en el cerebro y médula espinal y los taquizoitos libres que afectan diversos órganos.
Vías de transmisión
Una forma de transmisión de la parasitosis es la horizontal (transplacentaria exógena) o postnatal, la cual se presenta cuando las vacas consumen alimentos o agua contaminados con ooquistes de Neospora caninum que fueron excretados en las heces de perros infectados y que posteriormente esporulan siendo infectantes. Los ooquistes en el intestino, se dividen y se convierten en taquizoitos, los cuales pasan a la sangre (parasitemia) y se alojan en varios tejidos de las vacas permaneciendo latentes. La otra forma de transmisión es la vertical (transplacentaria endógena), la cual se presenta cuando una vaca previamente infectada queda gestante y las condiciones de la gestación como la producción de hormonas (progesterona) y los cambios inmunológicos favorecen la reactivación de parásitos (taquizoitos y quistes con bradizoitos) que ya estaban alojados en sus tejidos. Estas fases parasitarias una vez reactivadas, pasan nuevamente a la sangre y alcanzan a la placenta y al feto infectándolo. La transmisión vertical (transplacentaria endógena) se considera la más eficiente e importante en el ganado bovino ya que puede ser por varias generaciones permitiendo que el parásito persista por muchos años en el hato sin la intervención del hospedero definitivo (perros). El perro adquiere la parasitosis al consumir fetos abortados y placentas infectados provenientes de hospederos intermediarios, lo cual sucede con mucha frecuencia cuando las vacas parasitadas abortan. Cabe mencionar que esta parasitosis también se presenta entre animales silvestres como los coyotes y los ciervos. No se ha detectado la transmisión del parásito a través de la leche, semen o por contacto directo entre las vacas.
infectadas, es que cuando queden gestantes, los parásitos alojados en sus tejidos se reactivan y se presenta la transmisión vertical nuevamente, por lo cual también tendrán el riesgo de abortar. Por otro lado sólo un bajo porcentaje de becerros infectados que nacen, aproximadamente el 5%, presentan signos clínicos nerviosos como miembros flexionados o hiperextendidos lo cual provocará dificultad para levantarse, desplazarse y alimentarse, apariencia asimétrica de los ojos, u ojos saltones entre otros.
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