¿POR QUÉ BAJAN LAS DEFENSAS DE LAS VACAS EN TRANSICIÓN?
Dr. Pedro Meléndez
fisiológicos que esta debe experimentar en forma exitosa para evitar la presencia de enfermedades que son típicas en esta etapa como cetosis, hígado graso, retención de membranas fetales y metritis, mastitis, fiebre de leche o hipocalcemia, desplazamientos del abomaso y cojeras, entre otras.
Los factores o desafíos fisiológicos que la vaca en transición debe solventar son:
(I) reducir el impacto de la hipocalcemia que ocurre al momento del parto, (II) minimizar la movilización de grasas desde el tejido adiposo producto del bajo consumo de materia seca que la vaca en transición experimenta, (III) adaptar el rumen a la nueva dieta de lactancia (rica en almidón) que la vaca va a empezar a consumir después del parto y (IV) minimizar la típica inmunosupresión o disminución de las defensas que ocurre en este periodo.
De hecho, esta característica inmunosupresión es la causal de muchas de las enfermedades infecciosas que se presentan en el periodo del periparto, como la retención de membranas fetales, metritis, mastitis y neumonías.
¿Por qué ocurre esta inmunosupresión?
La depresión de la inmunidad durante el periparto se debe a una serie de factores. A finales de la gestación ocurren una serie de cambios hormonales que tienen un impacto negativo sobre los procesos inmunológicos del animal. La disminución de la progesterona y el aumento de los estrógenos, pero principalmente el incremento de los corticoides (cortisol), tienen un efecto inmunosupresor particular. Junto a aquello, la liberación de ácidos grasos desde el tejido adiposo y la producción de cuerpos cetónicos en el hígado determinan un efecto antagonista bien marcado sobre los procesos inmunitarios. Además, el tejido adiposo, aparte de ser un tejido de reserva energética, cumple un rol inmunológico y pro-inflamatorio, debido a la liberación de una serie de mediadores químicos que participan en los procesos de la inflamación (interleuquinas, factor de necrosis tumoral, etc.). Es por esto que animales obesos al parto son más susceptibles a las enfermedades de tipo infecciosas como metritis y mastitis, debido a que liberan una gran cantidad de ácidos grasos y producen más cuerpos cetónicos que animales con una condición corporal moderada.
“Si el ambiente y confort animal no es el adecuado, la vaca va a experimentar un estrés manifiesto con un incremento en los niveles de cortisol, aumento de los ácidos grasos provenientes del tejido adiposo y cuerpos cetónicos, y, por ende, una depresión más severa de la inmunidad”.
En una serie de estudios llevados a cabo en la última década se ha demostrado que aquellas vacas que consumen menos alimento durante el periodo de preparto son más propensas a desarrollar metritis durante el posparto (infección e inflamación del útero) y además producen menos leche durante su lactancia. También se ha visto que aquellas vacas que experimentan hipocalcemia al parto y presentan una inmunidad deprimida durante el preparto son más susceptibles de desarrollar cuadros de retención de membranas fetales y también metritis.
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