¿Por qué es importante la alimentación de las vacas no lactantes?
Introducción
No obstante, justo antes del parto es cuando las vacas presentan la mayor susceptibilidad a enfermedades metabólicas e infecciosas. El creciente tamaño del feto, el estrés del parto, la reducción del consumo de materia seca y el cambio al nuevo alimento con mayor densidad de energía de las raciones de ordeño podrían ocasionar problemas comunes en las granjas. Dichos problemas incluyen la fiebre de la leche, la distocia, el desplazamiento del abomaso, la mastitis, la retención de la placenta, el hígado adiposo, la cetosis, la laminitis, el edema de ubre y las infecciones uterinas.
Estos problemas no solamente tienen un alto coste, sino que también ocasionan otras fugas en el flujo de dinero de los ganaderos. La disminución de la producción de leche es la más considerable. Si las vacas sufren de las condiciones mencionadas relacionadas con el parto, se reduce considerablemente su producción en la siguiente lactancia. Además, se compromete su capacidad para quedar preñadas de nuevo. Se afecta la salud en general y la longevidad, y se aumenta el riesgo de que sean candidatas para la matanza. Estudios realizados recientemente demuestran que la mayoría de las vacas sacrificadas en las manadas lecheras, se sacrifican dentro de los 30 días después del parto. La mayoría de ellas se sacrifican debido a razones directamente relacionadas con el parto.
Con una buena alimentación durante el periodo de no lactancia, se aumenta la probabilidad de evitar o reducir los problemas de infecciones inherentes al parto. Los objetivos del periodo de no lactancia deben ser los siguientes:
- Preparar las glándulas mamarias para la producción de calostro y para la lactancia.
- Permitir el crecimiento del feto a la vez que se mantienen las condiciones del cuerpo de las vacas.
- Dar tiempo para que el sistema digestivo de las vacas se adapte a las raciones de lactancia con mayor contenido de energía.
- Preparar al cuerpo para que responda a la demanda de calcio durante el parto ydespués de éste.
- Ayudar a mantener un sistema inmunológico saludable y con capacidad para reaccionar.
- Satisfacer las necesidades de energía, proteínas, minerales y vitaminas de las vacas.
Etapas del periodo de no lactancia:
De forma idónea, el periodo de no lactancia debe durar alrededor de 60 días. Este dato se ha estudiado con profundidad y al parecer, es la duración del periodo lo que ofrece el máximo resultado en el desempeño de la lactancia siguiente. Las vacas con un periodo de no lactancia de menos de 45 días presentan una reducción considerable en la producción de leche. Las vacas con periodos de no lactancia de más de 60 días arrojan producciones superiores entre mayor sea dicho periodo. No obstante, el resultado de la producción es menor debido a que pasan más tiempo fuera de la manada de ordeño. Sesenta días ha demostrado ser la duración idónea del periodo de no lactancia. La importancia de la duración del periodo de no lactancia sugiere un aspecto importante del manejo del ganado. El diagnóstico preciso de la preñez es crítico a fin de asegurar el tiempo adecuado del periodo de no lactancia. Solamente a través de exámenes de preñez regulares, normalmente realizados por un veterinario, se podrá calcular la fecha de destete para proporcionar un periodo uniforme de no lactancia de 60 días a cada una de las vacas.
El periodo de no lactancia se divide en dos etapas. La primera etapa, o periodo de destete, empieza con el destete y se prolonga hasta 3 semanas antes del parto. La segunda etapa se denomina periodo de aislamiento (a veces llamado periodo de transición, de preparto o de iniciación de la alimentación) y abarca los 21 días previos al parto.
A Periodo de destete: El principal objetivo del periodo de destete es proporcionar untiempo de descanso de la lactancia y permitir que las glándulas mamarias se involucionen o se contraigan. Las raciones proporcionadas a las vacas se cambian de raciones de lactancia con alto contenido de energía a raciones de bajo contenido de energía y alto contenido de forraje seco, lo cual limita considerablemente la producción de leche. Esto es necesario para prevenir la obstrucción de las glándulas mamarias, lo cual causa la mastitis. Asimismo, se deben balancear las raciones a fin de satisfacer las necesidades de energía, proteínas, carbohidratos, minerales y vitaminas de la vaca, al igual que de permitir el desarrollo del feto. En este punto, la vaca ya se encuentra en el tercer trimestre de preñez. De forma idónea, las vacas que se encuentran en el periodo de destete se dividen en tres grupos.
- Novillas primerizas a 60 días del parto.
- Novillas que van a tener su segundo parto y vacas delgadas.
- Vacas gordas.
- Primero, se debe proporcionar un lapso de transición entre la alimentación de las raciones de vacas en destete y la alimentación de raciones de vacas lactantes. El sistema digestivo de la vaca es complejo. El estómago principal de la vaca es un enorme tanque de fermentación con una población sensible y adaptable de bacterias, levadura y protozoos que responde a los cambios de la alimentación. Toma de 2 a 3 semanas para que se produzcan los cambios de adaptación, por lo que el periodo de transición de no lactancia constituye la oportunidad idónea para que el rumen se adapte a la alimentación y al aumento de energía de las raciones de vacas lactantes.
- Segundo, se debe preparar el cuerpo para la alta demanda de calcio que se produce durante el parto y los primeros días de lactancia. Se estima que una vaca de producción de moderada a alta absorbe más calcio del torrente sanguíneo de lo que normalmente está presente. Si el mecanismo que el cuerpo utiliza para estabilizar el calcio en la sangre no está presente ni preparado para responder a dicha demanda de calcio durante el parto, el calcio se drena rápidamente de la sangre y se producen los efectos de la hipocalcemia. La hipocalcemia (bajo nivel de calcio en la sangre) está directamente relacionada con las condiciones de la fiebre de la leche, la distocia (dificultades en el parto), el desplazamiento del abomaso y la retención de la placenta.
- Tercero, se debe maximizar el consumo de materia seca de las vacas en aislamiento justo hasta el momento del parto. El consumo de materia seca de las vacas se reduce repentinamente en las 24 a 48 horas anteriores al parto. De hecho, el día del parto comen muy poco. Esto coloca a estos animales lactantes de alta producción en un balance negativo de energía. Es decir, que no absorben los nutrientes suficientes para satisfacer sus necesidades de energía. Entre más rápido empiezan las vacas a comer después del parto, con mayor rapidez alcanzarán el punto en el cual satisfacen sus necesidades de energía. Esto resulta en un sistema inmunológico más fuerte, en una mayor capacidad para concebir y en una menor probabilidad de que se desarrollen enfermedades infecciosas o metabólicas.
4. La cuarta y última manera es preparar a las vacas para el estrés y el trauma del parto. Esto se puede lograr al asegurarse de que se satisfagan todas las necesidades de nutrición en la dieta. Es crucial que se suministre un nivel adecuado de energía y proteínas para mantener un sistema inmunológico saludable. Las vitaminas y los minerales constituyen factores importantes en muchas de las funciones más fundamentales del cuerpo. También existen diversos factores de manejo que son críticos durante esta vital etapa del ciclo de lactancia de la vaca. La limpieza del área de parto, la vacunación debida, la densidad idónea del ganado, la comodidad de los corrales, el diseño de los compartimientos y la forma en que se agrupan los animales, constituyen en conjunto un aspecto importante de la salud de las vacas prelactantes.
Alimentación de vacas en destete – Periodo de descanso
ARTICULO COMPLETO NUTRICION DE VACAS NO LACTANTES