INSTALACIONES DE ORDEÑO
Dpto. Producción Agraria
E.T.S.I. Agronómica (UPM) Imágenes cedidas por el autor.
La sala de ordeño debe ser elegida, dimensionada y diseñada con el objetivo de que todos los elementos del sistema (vacas, ordeñadores e instalación) trabajen conjuntamente para ordeñar de forma eficaz y eficiente.
Una sala de ordeño debería diseñarse de forma que la posible ampliación pueda ser fácil y económica.
El dimensionamiento y diseño del centro de ordeño tiene que contemplar que las vacas no esperen más de una hora a ser ordeñadas, desde que abandonan el establo (45 minutos si se ordeñan tres veces al día).
El centro de ordeño tiene una gran influencia en el comportamiento y bienestar de las vacas. Caminos de acceso al área de ordeño, corral de espera, andenes de ordeño, salida de la sala de ordeño y pasillos de retorno son elementos que precisan de un cuidadoso diseño y planificación.
Corral de espera
Su forma debe ser rectangular, guardando una proporción largo:ancho de 2,5U1. Debe tener pendiente hacia la sala de ordeño (<5 %), lo que obliga a las vacas a encarar la dirección adecuada y la entrada a la plataforma de ordeño, que se facilita con la colocación de tubos que guían al animal a esta plataforma; la pendiente también favorece el drenaje de orines y del agua de limpieza.
Desde el establo hasta el centro de ordeño
El recorrido de las vacas desde el establo hasta el centro de ordeño (y viceversa) debe tener la menor cantidad de giros o cambios de dirección. Deberá estar bien drenado. Su superficie no será abrasiva ni resbaladiza en ninguna época del año, con lo que las vacas se moverán con más confianza y rapidez (figura 1). Las pendientes no deberían ser superiores al 6 %. La anchura de estos caminos ha de ser de 3,0-3,5 m para grupos de menos de 150 vacas y de 6 m para grupos más grandes.
Figura 1. Caminos rectos y cómodos. En granjas muy grandes es difícil que puedan ser cortos.
Los animales deben poder llegar y entrar en él fácilmente y debe asegurarse una fácil entrada de los animales a la sala de ordeño, por lo que es importante disponer de una buena iluminación para atraer hacia ella a los animales y que estos no tengan la impresión de entrar en un recinto oscuro.
La entrada al corral de espera debe situarse en el lado opuesto a la sala de ordeño, lo que favorece que el movimiento de los animales se realice lentamente, sin atropellos, avanzando siempre en el mismo sentido y manteniendo el orden, evitando los giros cerrados y los estrechamientos que signifiquen un entorpecimiento a las vacas en movimiento, buscando siempre la máxima fluidez. Se puede emplear una barrera de empuje o puerta de apriete que conduzca a los animales hacia la entrada de la sala de ordeño, sin necesidad de que el ordeñador salga del foso, al activar este apretador desde su posición de trabajo.
Las vacas pasan muchas horas al cabo del año en este corral, realizan giros más cerrados (y, por ello, las pezuñas están sujetas a mayor desgaste) y no resulta conveniente que, a las “puertas del ordeño”, el animal reciba estímulos negativos por la incomodidad que pueda experimentar. En este corral, por tanto, resulta de especial interés colocar alfombras de goma para dar mayor confort a las vacas (figura 2)
Figura 2. Corral de espera con suelo de goma sobre el hormigón.
Figura 3. Corral de espera y sala de ordeño formando un solo conjunto. Corral con ventilación y refrigeración.
ARTICULO COMPLETO
EL CORRECTO DISENO DE LAS INSTALACIONES DE ORDENO