LA INSEMINACIÓN ARTIFICIAL LLEVÓ APAREJADA LA MEJORA GENÉTICA
La inseminación artificial ha sido, muy probablemente, la pieza clave en la zootecnia veterinaria moderna de los animales de producción. El ganado vacuno, más concretamente el lechero, ha sido el pionero entre todas las especies de abasto. Como es lógico pensar, la inseminación artificial llevó aparejada la mejora genética. Del mismo modo, los centros de inseminación, testaje de toros y control lechero fueron de la mano. Pero de lo que quizá no seamos tan conscientes es de que la inseminación artificial dio también origen a la medicina veterinaria moderna del ganado vacuno: la medicina de la producción.
DVM, PhD, Dipl. ECBHM.
Profesor Titular Dpto. de Medicina y Cirugía Animal, Facultad de Veterinaria, UCM TRIALVET Asesoría e Investigación Veterinaria SL. www.trialvet.com
Las infecciones uterinas
Debido al gran tamaño del feto, la posición de la pelvis, la vulva y la vagina, así como la duración del parto, el interior del aparato genital de la vaca lechera se ve expuesto a las condiciones ambientales en el periparto. Dada la alta densidad de animales en las granjas actuales, el parto suele ocurrir en ambientes insuficientemente limpios y ventilados, por lo que prácticamente el cien por cien de las vacas sufre contaminación bacteriana en el útero después de parir. El que después del parto entren bacterias en el interior del útero no significa necesariamente que se vaya a producir una infección. En una vaca sana, el sistema inmune eliminará rápidamente esas bacterias antes de que se produzca una metritis. Pero si la vaca no tiene su sistema inmunitario en condiciones se producirá una infección que podrá llegar a ser mortal. Desde un punto de vista médico diferenciamos tres tipos de infecciones uterinas: la metritis, la endometritis y la piometra.
Pasadas dos o tres semanas después del parto, según la vaca va mejorando y el útero involucionando, el contenido uterino pasa de grisáceo a blanco y disminuye en cantidad. Ya no hay signos clínicos generales porque la infección se localiza en el interior del útero afectando sólo al endometrio, y por ello se llama endometritis. El exudado uterino puede verse claramente cuando sale al exterior y ser completamente purulento o bien estar mezclado con moco, mucopurulento. Con el tiempo y los sucesivos celos, la vaca se va sobreponiendo a la infección y presenta el moco vaginal transparente, pero ello no implica que esté completamente curada.
ARTICULO COMPLETO LAVAMOS LAS VACAS SUCIAS