LA TUBERCULOSIS EN BOVINOS
Al hacinarse gran número de cabezas, en espacios reducidos sin la posibilidad de que los animales gocen de espacios amplios para pastar y respirar adecuadamente, se dan las condiciones idóneas para que este problema se presente; sin embargo tal circunstancia no debe llevarnos a rechazar arbitrariamente el progreso, por el contrario creemos que cada problema a resolver, es un reto que debe salvar la humanidad a fin de subsistir en el medio y las condiciones que su circunstancia de tiempo y espacio le marca. El Dr. Fernando Hidalgo y Teran, especialista en el tema habla para los lectores de “Entorno Ganadero” respecto de lo que es la tuberculosis bovina y los medios de poder llevar su control.
La tuberculosis afecta al ganado bovino de muy diferentes maneras (pulmones, glándula mamaria, serosas, huesos, etc.) que repercuten en su estado fisico general afectando hasta en un 30% su producción láctea; igualmente aumenta el desecho de vacas por: mastitis crónica, tuberculosis de útero, trastornos respiratorios y enflaquecimiento progresivo; mermando así la vida productiva de las vacas, dañando a la economía del ganadero y afectando a la salud pública.
La transmisión de esta enfermedad se presenta por 3 vías de contagio principalmente:
a) Enterógena. Consumiendo la leche y sus derivados contaminados con el germen de la tuberculosis.
c) Uterina. Durante la gestación se infecta el feto de vacas con tuberculosis generalizada.
No se recomienda tratar a los animales enfermos, ya que además de ser incosteable, se corre el riesgo de que el germen de la tuberculosis se vuelva resistente a las drogas usadas y al infectarse los humanos, su tratamiento no será posible por la resistencia adquirida de los gérmenes a dichas drogas, con el resultado fatal que ocasiona dicha enfermedad. Es importante que al consumir los productos lácteos éstos estén procesados (pasteurización) convenientemente y que cuando la leche se compre cruda (caliente) sea necesario hervirla por bastante tiempo, para destruir los gérmenes y así evitar el contagio de la tuberculosis.
El ganado bovino es bastante resistente a las enfermedades y cuando lo manifiestan externamente (clínicamente) es porque las lesiones son de consideración y pueden tener ya algún tiempo de estar eliminando el germen, es por eso que el Médico Veterinario debe realizar una prueba segura para la identificación de animales desde el inicio de su infección y poder eliminarlos del hato antes de que sean fuente de contagio.
De acuerdo a la incidencia de animales reactores dentro del hato se tomarán las medidas adecuadas de saneamiento y sanidad animal, para realizar un programa adecuado de control de tuberculosis. El plan de prevención que se elabore estará condicionado al tipo de explotación; lugar donde se encuentre, al clima de la región, instalaciones del ganado, sistema de alimentación, manejo, raza y tipo de animales, sistema de recría, manejo de la leche, personal que labora, entusiasmo y colaboración del ganadero a la lucha contra esta enfermedad.
Todo esto nos servirá para establecer el control de la tuberculosis en los diferentes tipos de explotaciones lecheras con que cuenta nuestro país:
b) En las extensivas donde la incidencia es baja, el control será más rápido y las áreas más grandes.
c) En las explotaciones de nueva creación donde el ganado que se introdujo provenía de áreas libres, continuar con el control para evitar que se infecten.
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