GENÉTICA Y GENÓMICA PARA EL PRODUCTOR LECHERO.
Resumen
Animales de alta producción: leche, carne, lana, piel, trabajo, deportes, compañía; no van a expresar el potencial genético diseñado por sus masters, a menos que ciertas condiciones de nutrición, salud y comodidades existan”.
Hechos Históricos.
La selección de razas lecheras uno siglos atrás estuvo interesada al principio en la colección de aquellos rasgos de apariencia física que iban definiendo cada raza y que eran transmitidos a su descendencia con las menores variaciones fenotípicas posibles. Este trabajo fue realizado por visionarios, individuos que invirtieron fama y fortuna en la creación de un legado que llevaría su nombre. El conocimiento intuitivo de los principios de la “herencia” fue reconocido desde tiempos inmemorables y los mismos no llegaron a ser explicados lógicamente hasta siglos después por Gregor Mendel.
El linaje de un animal era cuidadosamente registrado y se sobreentendía que individuos de buen linaje, en general reproducían individuos semejantes o mejores a sus progenitores en todos aquellos caracteres importantes a esa raza en particular: leche, fuerza, velocidad, pelo o lana, etc.
Introducción.
Todos aquellos que hemos crecido en esta industria hemos experimentado en una forma u otra la gran cantidad de nuevos servicios y tecnologías desarrollados en “lechería moderna”.
Son los caracteres o “rasgos” de valor económico los que han conducido a la selección genética en el pasado y no hay ninguna razón para que no lo sigan haciendo; sin embargo, con la tecnología existente hoy en día las aplicaciones son extraordinarias. Multitud de enfermedades genéticas van a ser diagnosticadas más temprano y muy posiblemente eliminadas, mediante la edición de aquellos genes recesivos que las causan, todo esto es posible de realizarlo en el laboratorio por sistemas automatizados capaces de llevar a cabo millones de manipulaciones en el ADN en cuestión de horas y al alcance del ganadero promedio.
Sin lugar a dudas, fue la “inseminación artificial” (IA) comercial a partir de los anos de 1950, la que significantemente revoluciono esta industria. IA trajo consigo la creación de indexes de producción y los programas de mejoramiento genético del hato (DHIA) existentes, tal y como los conocemos hoy en día. En pocos años la producción de leche en Norteamérica y Europa fue duplicada con la mitad de los animales del rebano nacional. Conforme la industria lechera crecía, nuevas tecnologías eran necesariamente introducidas para mantener las altas producciones de leche y sólidos en leche que vacas modernas están logrando hoy en día.
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