¿ GRASA CAFE ? ¡IMAGINA ESO!
Los becerros nacidos de vacas bien nutridas, con buen estado de minerales y buena condición corporal tienen un buen comienzo en la vida, especialmente si tienen cantidades adecuadas de grasa café.
Ubicado sobre todo alrededor de los riñones, la grasa café o tejido adiposo café (BAT) es un color café claro a café rojizo debido a la acumulación densa de los vasos sanguíneos y mitocondrias,las estructuras microscópicas que producen energía en las células. En un becerro saludable, la cantidad de BAT se ejecuta en torno al 1,5 por ciento de su peso corporal y seguirá siendo funcional por un lapso de dos a tres semanas de vida. 
“Los becerros recién nacidos pierden cantidades considerables de calor por el ambiente, ya que tienen una gran superficie de piel que va de acuerdo a la masa corporal, y una aislamiento limitado cuando están mojados con liquido amniótico “, explica Gordon Carstens, PhD, Profesor de Nutrición Animal de la Universidad de Texas A & M University. “Los becerros son muy susceptibles a la hipotermia, especialmente cuando nacen en condiciones frías y húmedas. Afortunadamente, los rumiantes recién nacidos, tienen un montón de grasa café, que es un tejido especializado capaz de generar un montón de calor para ayudar al recién nacido mantener su temperatura corporal durante el estrés por frío”.
Carston continúa, “los animales recién nacidos tienen una notable capacidad para generar calor, con máximas tasas de producción de calor tras el estrés por frío. Aproximadamente la mitad de este calor inducido por el frío proviene de temblores en el tejido muscular y el resto procedentes de la termogénesis de la grasa café (producción de calor dentro de un animal).
“la energía y la proteína son importantísimas” explica Engle. “si usted carece de esos, puede tener los mejores suplementos minerales frente al ganado y será un desafío para esos animales el lidiar con la asimilación de esos nutrientes. Si tiene proteína y suficiente energía y viene en la cantidad correcta de vitaminas y minerales, entonces está en muy buena condición. Pero en aquellos que tengan, ya sea la energía o la proteína baja, es donde el reto va a entrar”.
El consumo promedio de energía de la vaca suele ser alrededor del 2% de su peso corporal, dice Robert Coffey, DVM. Que practica con los servicios veterinarios de Orton en Colorado y Nebrazka. “Esa es una forma de determinar cuántos alimentos va a necesitar para seguir adelante”. Para la mayoría de las vacas, toma entre veinticinco y treinta libras de alfalfa de buena calidad y de dos o tres libras de cubos de proteínas para mantenerse en buenas condiciones durante el invierno.
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